Hasta la voluntad y el deseo
con su intensidad no dejan de ser muchas veces
nubes o piedras; podemos no asir nada, frente y
hasta envueltos en una presencia,
podemos asir y extrañarnos de la dureza
y el límite, y extrañar la sutileza y la
fluidez...
Me gusta mucho la luz un
poquito amarillenta e intensa del sol cuando
está en posición cercana al ocaso y saluda de frente un
frente de muchas cosas. Me gusta el aire
transparente; que duerme en la luz. Esa tarde decidí pasear por entre
unas parcelas que están "arriba del pueblo";
estando entre ellas no se ve Huiramba. Hacía
mucho que no pasaba por allí. Recordé de algunas
felices agitaciones de jugando de niño por allí. Recuerdo el blanco
del sol, el café y dorado de la tierra y las
plantas, azul. Muchos no llegaran a apuntar
la captura de luz del sol, o mejor dicho de una
consecuencia del sol. Las piedras están
empapadas del sol. Yo atribuyo que están
empapadas de una sensación cálida, algo seca,
silenciosa, de una mirada perdida, de un
horizonte amplio, de poquitos sonidos que
envuelven en un cubo transparente, de una
alegría que no se gritará, de una piel levemente
humedecida y salada, como el aire, como ese otro
mar azul.
Estas piedras son parte de una
cerca que hace pensar en parcelas. El orden de
las piedras hace pensar en la cerca.
Mirando esta foto puedo
suponer sencillez, no por mucho; el movimiento y
la complejidad; está en las piedras como si no
estuvieran completamente solidificadas. Cómo si
las acabaran de recoger de la cobre tierra; se
notan sus caricias. Tanto tiempo de todas
formas, tal vez las décadas frescas de una
salpicadura de liquen.
Parece fácil no pensar en
personas al ver estas piedras. No era mi
intensión referir al hombre, pero
inevitablemente en un momento pasa y pasará: yo
lo vi después al condensar la observación de la
extraña ligereza de las piedras sustentada por
los campos azules; imagino unas manos colocando
las piedras en esos lugares. Era mantener una
impresión, que ahora no puedo definir, cada vez
que veo la fotografía me sumerjo en ella...
Martes 17 de marzo del 2009
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